Santa Justa, Lisboa
En muchos casos se construyeron con la misma intención que un puente o una carretera, como medio de transporte. Hoy, los tomamos para ahorrar escalones y esfuerzo, pero también para disfrutar de la belleza del camino, de la perfección de la tecnología, de cómo han encajado en centros urbanos o edificios apoteósicos. En su momento fueron útiles, pero hoy son (además) atracciones turísticas fascinantes. Como los miradores, el ascensor se ha colado en la agenda de muchos de nuestros viajes.
El primer ejemplo evidente es el de Santa Justa, en Lisboa, cuyas obras comenzaron en 1900 y terminaron en 1902. Viajar a la capital portuguesa significa subir en este ingenio de hierro, un bellísimo elevador que une la Baixa con el Chiado y el Barrio Alto. Fue diseñado por Raoul Mesnier de Ponsard, discípulo de Eiffel y responsable en la misma ciudad del Elevador do Lavra.
Santa Justa fue en principio impulsado por el vapor, y, pocos años después, instaló el sistema eléctrico. Tiene 45 metros de altura, una decoración de estilo neogótico y una capacidad de carga de 24 personas. Desde arriba, podemos disfrutar de las mejores vistas de la ciudad. En la zona de llegada hay una cafetería desde la que se ve hasta el Castillo de São Jorge. La entrada cuesta 5 euros, ida vuelta, aunque la atracción está incluida en la tarjeta Lisboa Card.
Bailong, en Zhangjiajie. (Hunan, China)
Otra maravilla de la ingeniería. Es el ascensor exterior más alto y pesado del mundo: 330 metros de altitud en un paisaje bellísimo, una zona montañosa en la provincia china de Hunan en la que se inspiró James Cameron para su película Avatar. Además, estáconstruido en cristal, lo que quizá a más de un pasajero le provoque cierto vértigo (o mucho). Las obras comenzaron en 1999, entre críticas por el impacto ambiental en una zona declarada Patrimonio de la Humanidad, y terminaron en 2002. Estuvo cerrado unos meses por motivos de seguridad, hasta reconfirmar los procedimientos de evacuación en caso de accidente, pero en 2003 volvió a abrir.
Este elevador puede transportar 50 personas en cada viaje y tarda un minuto en llegar a la cumbre. Se halla en una de las zonas más turísticas de China, por la que pasan más de cinco millones de personas cada año. La región de Wulingyuan, en la provincia de Hunan, declarada Patrimonio de la Humanidad, posee más de 3.000 pilares y picos de arenisca de cuarzo, muchos de los cuales se yerguen a más de 200 metros de altura. Sus numerosos torrentes, barrancos, desfiladeros y grandes remansos de agua, así como la presencia de unas 40 grutas y dos inmensos puentes naturales, imprimen al paisaje una belleza extraordinaria.
Hammetschwand. Lucerna, Suiza
En Bürgenstock, una montaña suiza situada a 1.127,8 metros, en el cantón de Lucerna, encontramos el ascensor al aire libre más alto de Europa, el Hammetschwand. La máquina original se construyó entre 1903 y 1905, y fue una idea del visionario hotelero y pionero del ferrocaril Franz Josef Bucher-Durrer, que buscaba un acceso más cómodo para su estalecimiento. En aquel momento el viaje duraba tres minutos.
Después de 85 años de funcionamiento y unos 4 millones de pasajeros, en 1990 las autoridades exigieron una reforma. Dado que esa remodelación superaba económicamente las posibilidades del propietario, entró entonces en juego la empresa de ascensores Schindler. El nuevo artefacto estuvo listo en 1991. Ahora sube el tramo de 152 metros en menos de 1 minuto, hasta el punto más alto de la ciudad de Lucerna, el Hammetschwand. La alternativa al ascesor son 2.283 escalones.
En 2015 se inaugurará la profunda reforma que se está haciendo en el Bürgenstock Resort.
AquaDom: ascensor dentro de un acuario. Berlín
El AquaDom es el acuario cilíndrico más grande del mundo, instalado en el hotel Radisson de Berlín. Lo más curioso es que, en su interior, se instaló un ascensor transparente, quizá uno de los más originales del mundo, al menos de los modernos. Forma parte de la lista de los elevadores más sorprendentes realizada por la webTheworldgeography.
Este peculiar tubo, hogar de numerosas especies marinas, mide 25 metros de alto por 11 de diámetro. Se inauguró en 2004. Contiene un millón de litros de agua salada. Se trata de una atracción más para los clientes del hotel. El ascensor sube y baja por el interior del acuario, con vistas espectaculares. En cuanto al hotel, tiene 427 habitaciones. Precio: desde 124 euros.
El ascensor hidráulico del Louvre. París
El ascensor hidráulico del Louvre. París
He aquí un curioso elevador situado en la entrada de la Pirámide del Museo del Louvre (París). Tiene forma cilíndrica y, como el de la tienda Apple de Nueva York, funciona con un mecanismo hidráulico. En este caso está abierto en la parte superior, como si fuera un balcón móvil situado en el centro de una escalera de caracol. Puede considerarse una plataforma elevadora, muy útil para personas con algún tipo de discapacidad. Tanto por su diseño, abierto, como por su situación, en el corazón de la famosa pirámide, se ha convertido también en objeto de admiración de los turistas, como una pequeña obra de arte.
Museo Mercedes Benz, Stuttgart
Esta vez son tres ascensores que tienen todo el aspecto de una cápsula espacial, propias de una película de ciencia ficción. En realidad, el diseño de este museo es brillante y llamativo desde el exterior. La silueta del edificio creado para Mercedes Benz por UN Studio, el despacho holandés de Van Berkel y Bos, anima a retrasar la entrada. Hay quien lo ha definido como un «garaje galáctico» —algo de eso tiene— y quien sugiere que «es un órgano tecnoide que se ha tragado un motor turbo». En cualquier caso, los ascensores, que salvan una altura de 42 metros, no son solo un instrumento útil, sino que forman parte del diseño del conjunto. El edificio estuvo entre los siete finalistas del Premio Mies van der Rohe de 2006.
Globen Arena, Estocolmo
Skyview es una telecabina que trepa por el exterior del Ericsson Globe (Estocolmo), el edificio esférico más grande en el mundo. Es una especie de balón de fútbol gigantesco, con un diámetro de 110 metros y una altura interior de 85, en cuyo interior se celebran conciertos y competiciones deportivas (baloncesto, hockey sobre hielo...).
En cuanto al ascensor es una atracción turística en sí misma (se puede reservar turno en la página web, por un precio de 15 euros cada adulto). Desde el vértice, 130 metros sobre el nivel del mar, se obtiene una magnífica vista de toda la ciudad. Sube cada diez minutos, y la visita dura una media hora. En la zona superior hay restaurante, cafetería y una tienda de recuerdos.
Arco Gateway, San Luis, Misuri
El Arco Gateway refleja el papel de San Luis en la expansión de Estados Unidos hacia el Lejano Oeste en el siglo XIX, y recuerda el papel de Thomas Jefferson en esa apertura. Fue diseñado por el arquitecto estadounidense de origen finlandés Eero Saarinen, construido en acero inoxidable, con 192 metros de altura. Las entradas pueden comprarse en su página web. Para los adultos cuestan dies dólares.
Elevador Lacerda. Salvador de Bahía. Brasil
El Elevador Lacerda es el famoso y fotogénico ascensor público en Salvador de Bahía. Como en el caso de Santa Justa (Lisboa), su silueta se ha convertido en uno de los principales símbolos turísticos de la ciudad. Fue construido por el ingeniero Augusto Frederico de Lacerda (de ahí el nombre con el que fue bautizado) a partir de 1869, e inaugirado en diciembre de 1873Fue el primer ascensor urbano del mundo y, en su momento, también el más alto, con 63 metros. Es el transporte público que une la plaza Cairu, en Ciudad Baja, y la Plaza Thomé de Souza, en la Ciudad Alta. Cada día lo utilizan unas 28.000 personas. Está incluido en el Patrimonio Histórico y Artístico Nacional.
Edificio Taipei 101: el ascensor más veloz del mundo
El Taipei 101 es un símbolo moderno. Este edificio que se clava como una aguja en el cielo Cuenta con 106 plantas, 5 subterráneas y 101 por encima del nivel del suelo. Es el octavo rascacielos más alto en el mundo, inaugurado en diciembre de 2004, aunque en el tema que nos ocupa el ascensor tiene la plusmarca mundial en velocidad, certificada por Guinnes. En efecto, dos ascensores instalados por la empresa Toshiba en el Taipei 101, tienen una velocidad máxima de 1.010 metros / minuto, lo que equivale a 60,6 km / h. Solo se necesitan 40 segundos desde el nivel del suelo hasta el piso 89, situado a 382 metros.
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