En política nada cambia
Marcel Sembat |
Otro ejemplo lo tenemos recogido por Carlos Fisas en una de sus recopilaciones de anécdotas históricas, cuando narra lo que ocurrió con una petición del pintor Renoir al diputado Marcel Sembat. Este hecho, como supondrán, corresponde a la política francesa, pero bien lo pueden ustedes mover de país y época sin miedo a sacarlo de contexto. El político, Sembat, le había ofrecido muchas veces a Renoir ayuda en cualquier cosa que necesitase, y un día se presentó esa oportunidad. Conocía Renoir a una dama, maestra de su pueblo según parece, que estaba siendo acosada por el alcalde de la localidad con objetivos pocos decentes, ya me entienden.
Así, el pintor le contó el caso a Sembat y le pidió que siendo el otro tan solo un alcalde y él un diputado, se hiciera valer y pusiera fin al abuso.
-¡Vaya cerdo! Debe ser un alcalde reaccionario. Déjemelo de mi cuenta, hablaré con el ministro Briand.
Esta fue la respuesta del diputado en un primer momento, de la que hubo de retractarse después de un tiempo.
-No he podido hacer nada sobre el caso de aquella maestra. Resuelta que el alcalde es de nuestro partido.
Como vemos, nada nuevo bajo el sol. Ya entonces imperaba esa forma de pensar tan partidista, nunca mejor dicho, en la que haga lo haga alguien, si es de los míos, bien hecho está.
Fuente: Curistoria
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