Se dice que los escritores temen el pánico de la hoja en blanco tanto como los pintores, un lienzo a estrenar.
Para Li Hongbo (China, Siping City, Jilin, 1974) es todo lo contrario, teme no conocer el límite de su materia prima: el blanco papel.
Todo comienza con una bola decorativa de papel en china. De ahí, a la obsesión por las simples construcciones posibles con papel, bajo su opinión todo propiedades en base a la flexibilidad del material y el infinito universo de formas a crear. Sin límite.
Una obra de este artista significa 30.000 hojas de papel, apiladas y encoladas con ayuda de un asistente de la forma más precisa posible. De ahí, a una sierra eléctrica, y en un salto a crear -en base a las interminables posibilidades del papel- sus obras de acordeón con infinita precisión. Solo puro y blanco papel.
Por Néstor Aguilar
No hay comentarios:
Publicar un comentario