viernes, 30 de noviembre de 2012

La pérdida de hielo en la Antártida y Groenlandia



El nivel del mar en la Antártida y Groenlandia aumentó 11 milímetros en las últimas dos décadas
Iceberg del fiordo de Ilulissat, en Greenland (Groenlandia). / Slim Allagui (Afp)
La pérdida de hielo en la Antártida y Groenlandia es un proceso que avanza sin remedio desde hace 20 años. Así lo demuestra un estudio publicado en la revista 'Science', en el que se revela que las dos capas polares están sufriendo una mengua de hielo en una proporción suficiente como para elevar el nivel de las aguas marinas de forma considerable. El deshielo de la Antártida y Groenlandia ha ayudado a aumentar el nivel del mar en 11,1 milímetros desde 1992, lo que equivale a una quinta parte de toda la elevación producida en el periodo de la investigación.
Las nuevas estimaciones son dos veces más precisas que las anteriores gracias a la inclusión de nuevos datos ofrecidos por los satélites. Los investigadores han comprobado que desde 1992 las capas de hielo polar han contribuido a elevar una media de 0,59 milímetros el nivel del mar por año. No obstante, esta aseveración está sujeta a un grado de incertidumbre de 0,2 milímetros por año. Así las cosas, el nivel del mar se ha incrementado en 3,3 milímetros por año durante las últimas dos décadas, en gran parte debido a la expansión de las aguas oceánicas más cálidas.
El trabajo científico aporta medidas más precisas sobre la fusión en las capas de hielo polares. Docenas de equipos de investigadores del clima han consensuado sus métodos de medición sobre los cambios de las capas de hielo de la Antártida y Groenlandia con el fin de descartar algunas observaciones contradictorias.
Desde 1998, son varios los científicos que han aportado al menos 29 estimaciones diferentes de la cantidad de capas de hielo que han contribuido a elevar el nivel del mar. Las discrepancias en las mediciones oscilan entre los 1,9 milímetros a los 0,2 milímetros anuales.
“Estamos empezando un registro de observación del hielo. Ello crea un nuevo compromiso a largo plazo, de manera que se va a disponer de un conjunto de datos cuya importancia va a aumentar a medida que se vayan efectuando nuevas mediciones”, explica uno de autores del estudio, Ian Joughin, glaciólogo del Laboratorio de Física Aplicada en la Universidad de Washington (Estados Unidos).
Hasta ahora se habían empleado tres métodos por distintos grupos. Estableciendo los lugares comunes y los tiempos de todos ellos, los investigadores han podido desechar algunas observaciones atípicas. De esta manera, se demuestra que los resultados concuerdan, aun admitiendo un grado de incerteza en las diversas metodologías. “Fue Alrededor de 1999 cuando las capas de hielo comenzaron a perder más masa y probablemente han estado perdiéndola más rápidamente desde entonces", argumenta otro de los autores, Benjamin Smith, también miembro del Laboratorio de Física Aplicada, Benjamin Smith.
El empeño de acrecentar la colaboración, auspiciado por el profesor Andrew Shepherd, de la Universidad de Leeds, en Reino Unido, armoniza tres formas existentes para medir esta pérdida. El primer método tiene un enfoque contable y se basa en la combinación de modelos climáticos y observaciones para registrar la ganancia o la pérdida de hielo. Los otros dos métodos emplean los satélites especiales para intentar cuantificar con exactitud la altura y la fuerza gravitacional de las capas de hielo con el fin de calcular la cantidad de hielo presente.
Fuente: Diario Vasco

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