Xevi VILARÓ (La Cellera de Ter, 1975)
Ha tomado parte en varios concursos de pintura, y ha obtenido el primer premio del concurso internacional de pintura joven de a Galería Artitude de París (2000) y el primer premio en el concurso de la Galería Siglo XXI de Camprodon (2002). También recibió el primer premio en el Saló de Sant Joan y el segundo premio de pintura del Cercle de Belles Arts de Lleida (2002). Además, ha sido seleccionado en la edición de 2001 del XLIII Premio Fundación Banc de Sabadell %u2013 Premio de Pintura Joven de la Sala Parés (2002). Fue seleccionada en el 11º premio de pintura López Villaseñor (2002) y también por el premio Ricard Camí %u2013 Caixa de Terrassa (en las ediciones de 2003 y de 2005). En el año 2003 recibió el primer premio de la votación popular en el concurso de pintura de la Fundación Vila Casas. En el 2004 fue seleccionado para el XLVI Concurso de Pintura Joven Sala Parés. Al año siguiente fue seleccionado para el Premio de Pintura de la Fundación Vila Casas.
En los inicios de su carrera, colaboró en varias colectivas en la provincia de Girona (1993-1996). Desde 1997 ha continuado realizando numerosas exposiciones en Girona, como la colectiva de arte joven la Selva (1998), la muestra en la Galería Botó de Roda de Torroella de Montgrí (2001) o en la Galería Giart de Girona (2003). También formó parte en la exposición colectiva Transart 3 (2001) en Girona y en Lleida.
Durante el año 1999 realizó una exposición itinerante por el centro de Francia (Saint Amant Montreal, Saint Aignant sur Cher y Ruere a Allichamps) y participó en varios salones franceses, como el de Buixères y el de Val d%u2019Or, así como el Salón Internacional de Lousa (Portugal, 2001). En los últimos años, ha estado presente en ferias y galerías de todo el mundo, como en Beirut en colaboración con la Sala Parés (2003), en la galería Vieleers y en la Feria de Arte Internacional de Pintura Hiperrealista de Ámsterdam o en la Feria de Arte de París (2006).
Destaca también su participación en Arte Madrid (2006), en la Feria Inart de Girona (2005) o en la Feria Internacional Interart de Valencia (1999).
En el año 2000 participó en exposiciones colectivas en la Galería Esart de Barcelona y en el Castillo de Teruel. En el año 2003 participa en el Salón Artexpo de Barcelona con la Galería Giart.
También presenta su obra en la Galería 18 (Sala Parés) de Barcelona. En el año 2004 presentó su obra en la Galería Ana Vilaseco de Galicia, donde volverá en diciembre de 2006 con una exposición individual.
Su obra está expuesta de manera permanente en la Fundación Vila Casas de Torroella de Montgrí y en Can Mario de Palafrugell. En el año 2005 la Fundación Vila Casas de Torroella de Montgrí le dedicó una exposición monográfica.
La obra de Xevi Vilaró se enmarca a menudo dentro del nuevo panorama realista, lo que, en mi opinión, si bien hace justicia a su técnica, a la precisión del dibujo y al dominio de la luz, no explica aquello que realmente acaba caracterizando sus pinturas: la representación de una realidad propia que hace de su obra una propuesta singular. Y es que Xevi no se limita a encuadrar paisajes urbanos o escenas humanas, sino que transforma nuestra cotidianeidad de una manera sutil y, sobre todo, muy personal. Es aquí donde radica buena parte del atractivo de su trabajo: gracias a un mundo imaginario perfectamente controlado, que nunca se desborda ni cae en la exageración, sus cuadros generan más interrogantes que respuestas y, por tanto, buscan la complicidad de quien los observa. En este sentido, el procedimiento realista se convierte en el mejor aliado del artista a la hora de establecer un juego directo con el espectador. A partir de unos planteamientos aparentemente sencillos pero, al mismo tiempo, dotados de una gran capacidad de sugestión, Vilaró nos adentra en un mundo en el que la figura se erige en la auténtica protagonista, y cuestiona temas tan comunes como la identidad y la soledad humana. En sus trabajos más recientes, por ejemplo, representa a una sociedad de personas inacabadas que simplemente actúan con normalidad o que caminan al azar, confundiéndose con el vacío estático del paisaje. Sus personajes, carentes de rostro y, en consecuencia, incapaces de expresarse, se ven privados no sólo de una identidad, sino también de sentimientos, hecho que, paradójicamente, no resta emotividad a los cuadros sino que, por el contrario, los sumerge en una atmósfera inquietante. Esta exposición retrospectiva pone de manifiesto que Xevi Vilaró es un pintor que investiga, que no se conforma con la simple repetición de un tema o con el uso de una sola vía para comunicarse. Desde sus anteriores cuadros, que hablaban de la interacción entre personas jugando con las desproporciones, hasta la serie de las autopsias, en que la materia muerta se convierte en la principal herramienta de expresión, se produce un importante cambio de registro. Este es uno de los principales alicientes de su trayectoria y también una de las razones por las que Vilaró se hace seguir. Un reto nada fácil pero que, de momento, está superando.
Fuente ELOI PUIG y la página Web del artista: http://www.xevivilaro.com/esp/
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