Lecciones de póker: A chip and a chair

En aquella mítica partida de 1982, Strauss perdió todo lo que tenía. Cuando recogía sus cosas para abandonar la partida encontró una ficha de 500 dólares debajo de una servilleta. Por un detalle técnico, no había dicho “all-in”, es decir, algo así como “voy con todo” o “me juego todo”, pudo continuar en la partida. Esto sería impensable en cualquier partida actual.
El caso es que Straus se volvió a sentar en su silla, con su ficha de 500$ y siguió jugando. Poco a poco se fue recuperando y su mala racha cambió totalmente. Dos días después ganó el torneo, nada menos que el campeonato mundial.
Este hecho dio lugar a una de las frases más famosas del mundo del póker: “one chip and a chair” (también se dice “a chip and a chair”). Esto quiere decir literalmente, “una ficha y una silla”, y en modo figurado quiere decir que mientras hay vida hay esperanza. Es decir, que todo lo que necesita uno para ganar, para salir adelante, y poder seguir optando a ganar, es a veces únicamente lo mínimo, en el caso del póker, un asiento en la partida y una ficha para apostar.
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