martes, 24 de abril de 2012

David Hilbert o como huir de una visita aburrida...



Cómo huir de una visita no deseada 

Siempre me han gustado las historias de esos científicos que están tan centrados en su trabajo e investigaciones las veinticuatro horas del día que son el despiste personificado. Y cuando no el despiste, algo casi peor, al convertirse en un ser antisocial al no importarle nada más que su ciencia. Los admiro. Uno de estos tipos debía ser el matemático alemán David Hilbert (1862―1943), a juzgar por lo que voy a contarles.

En una ocasión recibió en su casa a un invitado, al parecer, también un hombre de universidad, lo que debería prometer una conversación interesante a nuestro matemático. Pero no debió ser así. El invitado llegó, se quitó el sombrero y se sentó a hablar con Hilbert.

Cuando después de unos minutos este decidió que ya había tenido bastante de aquella conversación insulsa, optó por acabar con aquello a cualquier precio. El problema era que estaba en su propia casa y, aunque aburrido, supongo que no quería parecer del todo descortés con su invitado. Pero una buena mente matemática siempre encuentra un camino.

Hilbert se levantó, se puso el sombrero de su invitado, se despidió cortésmente y salió de su propia casa, dejando al visitante abandonado. No seré yo quien defienda este comportamiento tan incorrecto, pero pagaría un euro por ver la cara del invitado cuando Hilbert puso su plan de huida en marcha.
David Hilbert, un poco más de su vida...
Es reconocido como uno de los matemáticos más influyentes y universales de los siglos 19 y 20. Hilbert descubierto y desarrollado una amplia gama de ideas fundamentales en muchas áreas, incluyendo la teoría de invariantes y la axiomatización de la geometría . También formuló la teoría de los espacios de Hilbert uno de los fundamentos de análisis funcional .
El epitafio en su tumba en Göttingen es las famosas líneas que había dicho a la conclusión de su discurso de jubilación a la Sociedad de Científicos y Médicos alemanes en el otoño de 1930. Las palabras fueron dadas en respuesta a la máxima latina: " ignorante et ignorabimus"o" No sabemos, no podemos saber ": 
Wir müssen Wissen.
Wir werden wissen.
En Castellano:
Debemos saber.
Lo sabremos.
El día antes de Hilbert pronunció estas frases en la reunión anual de 1930 la Sociedad de Científicos y Médicos alemanes, Kurt Gödel , en una mesa redonda durante la Conferencia sobre Epistemología celebrada conjuntamente con la Sociedad de las reuniones-tentativamente anunció la primera expresión de su teorema de incompletitud .

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