El secreto de los Stradivarius
Quién no conoce el mito de los violines de Stradivarius, que tienen nombre propio y se conocen sencillamente como Stradivarius. Deben su nombre a Antonio Stradivari, un lutier italiano del siglo XVII que comenzó muy joven a dedicarse a ese trabajo. De los más de mil instrumentos que fabricó en su vida, se conservan aproximadamente la mitad, y según los entendidos tiene un sonido especial que ha provocado que durante décadas se hayan investigado los violines para descubrir el secreto. Conocido dicho secreto, sería posible replicar el trabajo y obtener nuevos instrumentos con esa calidad y sonido.
Hay muchas teorías con respecto a por qué esos instrumentos, fabricados hace siglos, tienen esa magia sonora. Entre todas ellas, si yo tuviera que escoger una teoría, me quedaría con la que asegura que la madera usada en su fabricación provenía exclusivamente de barcos hundidos. Esta leyenda es tan falsa como bonita. Pero la ciencia habló hace unos años.
En el año 2009, un científico de la Universidad de Texas llamado Joseph Nagyvary, publicó un estudio después de estudiar muestras de los instrumentos que demostraba que el secreto estaba en el barniz que Stradivarius aplicaba a los violines. Este hombre, experto en bioquímica, aseguraba que todo se debía a que el lutier se vio obligado a proteger sus violines de unos insectos aplicando un barniz especial y que ese elemento cambia la sonoridad.
Según parece, Stradivarius daba ocho capas de barniz a cada pieza de madera de sus violines pero no se conocen con exactitud los componentes exactos de aquellos barnices y por lo tanto el secreto de los violines Stradivarius, que está en su barniz, permanece desconocido. Sabiendo el valor millonario de estas piezas de coleccionismo casi podríamos afirmar que el secreto de su fórmula es más valioso que el de la Coca-Cola.
Hay muchas teorías con respecto a por qué esos instrumentos, fabricados hace siglos, tienen esa magia sonora. Entre todas ellas, si yo tuviera que escoger una teoría, me quedaría con la que asegura que la madera usada en su fabricación provenía exclusivamente de barcos hundidos. Esta leyenda es tan falsa como bonita. Pero la ciencia habló hace unos años.
En el año 2009, un científico de la Universidad de Texas llamado Joseph Nagyvary, publicó un estudio después de estudiar muestras de los instrumentos que demostraba que el secreto estaba en el barniz que Stradivarius aplicaba a los violines. Este hombre, experto en bioquímica, aseguraba que todo se debía a que el lutier se vio obligado a proteger sus violines de unos insectos aplicando un barniz especial y que ese elemento cambia la sonoridad.
Según parece, Stradivarius daba ocho capas de barniz a cada pieza de madera de sus violines pero no se conocen con exactitud los componentes exactos de aquellos barnices y por lo tanto el secreto de los violines Stradivarius, que está en su barniz, permanece desconocido. Sabiendo el valor millonario de estas piezas de coleccionismo casi podríamos afirmar que el secreto de su fórmula es más valioso que el de la Coca-Cola.
Fuente: Curistoria
No hay comentarios:
Publicar un comentario