Cuando Rumanía luchó contra aliados y alemanes… a la vez
En el artículo de George Vujnovich ya comenté que tras la exitosa invasión aliada de Sicilia, en el otoño de 1943, los aliados ocuparon todo el sur de Italia y trasladaron la 15ª Fuerza Aérea de los EEUU de Túnez a Foggia (Italia) para atacar los campos de petróleo y refinerías de Ploesti (Rumanía) que para Hitler eran la principal fuente de suministro de combustible. Pero la implicación de Rumanía con Alemania ya había comenzado en 1940… cuando Ion Antonescu, Primer Ministro y Jefe del Estado Mayor, se unió a la locura hitleriana. En 1941, y siguiendo la estela del que en aquel momento era el caballo ganador, se atrevió a invadir Rusia.
A pesar de sufrir muchas bajas, los rumanos se hicieron con territorios fronterizos rusos e incluso llegaron a Stalingrado en 1942. Aquella batalla marcaría el fin de la aventura rusa para los alemanes… y para los maltrechos rumanos que se vieron obligados a retirarse. En 1944, y tras el desembarco de Normandía, los aliados emprendieron la Operación Big Oil… el bombardeo masivo de Ploesti con cientos de bombarderos, consiguiendo cortar el suministro y obligando a alemanes a tener que abandonar los panzers sin una gota de combustible en la batalla de las Ardenas.
A pesar de que Ion Antonescu actuaba como Conducator, desde 1940 reinaba Miguel I de Rumanía, un joven de 19 años cuya única función era sostener la corona y su poder se limitaba hasta poco más allá de sus aposentos. Mientras los rumanos sufrían las acometidas de los rusos, Antonescu se trasladó a Bucarest pero el, hasta ahora, rey pelelehabía movido los hilos para cambiar de bando. Se arrestó a Antonescu y junto al grupo de opositores a la dictadura del Conducator se ofreció a los americanos y británicos para que, al formar parte de los aliados, los rusos respetasen su territorio. Pero los alemanes no iban a permitir aquella traición… de la noche a la mañana, alemanes y rumanos pasaron de compartir mesa, mantel y barracones a matarse unos a otros. Gracias a la torpeza e inexperiencia diplomática de Miguel I, Rumanía se encontró recibiendo por los alemanes en su retirada hacía el oeste y por los rusos en su avance por el este.
Los rusos ocuparon Rumanía y los rumanos se posicionaron junto a los aliados declarando la guerra a Alemania. El 12 de septiembre de 1944, el rey firmó el armisticio de Moscú y su maltrecho ejército se unió al Ejército Rojo como fuerza de choque – carnaza – en la persecución de los alemanes por Hungría y Checoslovaquia.
Fuentes: Breve Historia de la incompetencia militar – Ed Strosser and Michael Prince, Historias de la historia.
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