viernes, 29 de marzo de 2013

Erich Hartmann, el mejor piloto de la Segunda Guerra Mundial


Erich Hartmann, el mejor piloto de la Segunda Guerra Mundial


Erich Hartmann
Erich Hartmann
Durante la Segunda Guerra Mundial la guerra aérea cobró una importancia que hasta aquel momento no había tenido y el número de pilotos, batallas… se disparó. Un dato clarificador de esta afirmación es el número de bajas atribuidas a los ases en la Primera Guerra Mundial y en la Segunda. El Barón Rojo, el piloto más famoso y efectivo de la Gran Guerra, abatió unos 80 aviones, mientras que los mejores pilotos de la Segunda Guerra Mundial sobrepasan con mucho los doscientos cincuenta derribos.

Y aunque fueron muchos los grandes pilotos y los ases del cielo, hay uno que está por encima de todos ellos en cuanto a derribos enemigos y, por lo tanto, podría llamarse el mejor piloto de la Segunda Guerra Mundial. Ya hemos hablado en otras ocasiones de personajes como Adolf Galland o Helmut Wick, pero ninguno de ellos está entre la lista de los pilotos más efectivos, copada eso sí por los alemanes.
El primer hombre de esa lista supera en unos cincuenta derribos al segundo, lo que es una diferencia casi abismal. Vaya por delante que estas cifras siguen siendo actualmente controvertidas y puestas en entredicho, pero a juzgar por los datos el mejor piloto de la Segunda Guerra Mundial según el número de bajas enemigas causadas fue Erich Alfred “Bubi” Hartmann. Con más de trescientos cincuenta derribos está muy por delante del segundo, el también alemán Gerhard Barkhorn, que se quedó rondando los trescientos.

Hartmann, cuyo apodo Bubi significa algo así como chico, miren su foto para comprender el apodo, y que también era conocido como El Diablo Negro, nació en 1922 y falleció en 1993. Fue piloto de caza, lógicamente, y combatió en el Frente Oriental. Alcanzó las trescientas cincuenta y dos bajas que se le atribuyen en más de mil cuatrocientas misiones, aunque no en todas entró realmente en combate. Durante el Tercer Reich fue condecorado con la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro con Hojas de Roble, Espadas y Diamantes, el segundo reconocimiento más importante en aquel momento. Después de la Segunda Guerra Mundial su vida siguió unida al mundo de la aviación, como no podría ser de otro modo, ya que estamos hablando del mejor piloto de la Segunda Guerra Mundial y quizás de la historia.


Fuente: Militaria, de Nicholas Hobbes, Curistoria
Fotos: Foro Militar

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