Clemente XI, los últimos serán los primeros
Ya saben ustedes que hay un dicho que se usa en momentos como el actual que asegura que aquel que entra al cónclave como papa sale como cardenal. Es decir, que ser favorito antes de comenzar no sólo no indica nada bueno sino que incluso puede ser contraproducente. Oportunidad para los últimos, y ahora comprenderán por qué digo esto.
Alejandro VIII, veneciano nacido en 1610, fue nombrado papa en el año 1689, cuando por lo tanto tenía setenta y nueve años. Como ya aquella era una edad avanzada, se esperaba que su papado no fuera muy largo. En febrero de 1690 nombró nuevos cardenales a un grupo de hombres. Dicto con toda solemnidad a su secretario, Giovanni Francesco Albani, los nombres de cada uno de aquellos que pasaban a ser cardenales. Cuando acabó de nombrarlos, el papa hizo una pausa y le dijo a su secretario: escribid un último nombre.
Después de unos segundos esperando, el secretario le preguntó por el nombre del nuevo cardenal, y entonces, Alejandro VIII le contestó:
-¿Cómo, no sabéis escribir vuestro propio nombre?
Así fue nombrado cardenal, el último de la lista, Giovanni Francesco Albani.
Murió un año después el pap Alejandro VIII, el 1 de febrero de 1691, y su sucesor fue Inocencio XII, que al morir en el año 1700 dejaría su lugar para que lo ocupara aquel secretario, Albani, con el nombre Clemente XI, siendo papa hasta 1721. Por una vez, se cumplió lo que dice el Evangelio de San Mateo, capítulo 20 versículo 16: los últimos serán los primeros. Fue el último de la lista, pero alcanzó el primer lugar en la Iglesia.
Fuente: Mis anécdotas preferidas, de Carlos Fisas, Curistoria
Alejandro VIII, veneciano nacido en 1610, fue nombrado papa en el año 1689, cuando por lo tanto tenía setenta y nueve años. Como ya aquella era una edad avanzada, se esperaba que su papado no fuera muy largo. En febrero de 1690 nombró nuevos cardenales a un grupo de hombres. Dicto con toda solemnidad a su secretario, Giovanni Francesco Albani, los nombres de cada uno de aquellos que pasaban a ser cardenales. Cuando acabó de nombrarlos, el papa hizo una pausa y le dijo a su secretario: escribid un último nombre.
Después de unos segundos esperando, el secretario le preguntó por el nombre del nuevo cardenal, y entonces, Alejandro VIII le contestó:
-¿Cómo, no sabéis escribir vuestro propio nombre?
Así fue nombrado cardenal, el último de la lista, Giovanni Francesco Albani.
Murió un año después el pap Alejandro VIII, el 1 de febrero de 1691, y su sucesor fue Inocencio XII, que al morir en el año 1700 dejaría su lugar para que lo ocupara aquel secretario, Albani, con el nombre Clemente XI, siendo papa hasta 1721. Por una vez, se cumplió lo que dice el Evangelio de San Mateo, capítulo 20 versículo 16: los últimos serán los primeros. Fue el último de la lista, pero alcanzó el primer lugar en la Iglesia.
Fuente: Mis anécdotas preferidas, de Carlos Fisas, Curistoria
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