La Furia Española
Concretamente nos tendremos que retrotraer hasta 1576, cuando las tropas españolas saquearon Amberes. Esta denominación de “Furia Española” tiene un aspecto peyorativo ya que tiene su origen en los países europeos enemigos del Imperio Español en aquel momento. Representa la brutalidad de las tropas imperiales durante el asedio de dicha ciudad y, aunque no diré yo que sea fama inmerecida, conviene recordar que la famosa Leyenda Negra embadurna todas las opiniones al respecto de España que se forjaron en aquel tiempo y lugar.
Debido a la falta de pagas para las tropas, en julio de 1576 se amotinó el tercio de Valdés y ocupó la ciudad de Aalst para sabotearla sin piedad. Esto causó que los nobles flamencos autorizaran a la población a armarse y luchar contra todos los españoles, soldados o no. En este contexto, los rebeldes holandeses, incluida la propia población de Amberes, intentaron hacerse con el castillo de Amberes, defendido por las tropas españolas de Sancho Dávila.
Los amotinados de Aalst, al conocer el ataque al castillo que defendían sus compatriotas, marcharon en dirección a Amberes, donde llegaron el 4 de octubre. No fueron los únicos, también llegaron hasta allí las tropas de Julián Romero y Alonso de Vargas. Todos estos soldados, junto con los del castillo, tomaron las calles de Amberes y una vez rendida la rebelión holandesa, saquearon, incendiaron y abusaron de la ciudad durante tres días. Los muertos se contaron por miles.
Esta fue la otra y primera “Furia Española”, anterior a la futbolística. Su uso en el mundo del balompié para identificar a nuestra selección comenzó, curiosamente, en los Juegos Olímpicos de 1920, celebrados en Amberes. Y, como la historia está llena de guiños, uno más lo tenemos en que la “Furia Española” se hizo campeona del mundo en 2010 derrotando a los Países Bajos en la final.
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