miércoles, 14 de marzo de 2012

El caballo salvaje...



El caballo salvaje

Monté tu caballo salvaje 
y me hundí en las comarcas desérticas, hacia las extensiones sin fin 
solo, ante la batahola del mundo 
atravesando los yermos 
desprovisto de coraje... desprovisto de temor 
¿Cómo regresar?... ¿cómo?, mi adorado victimario 
Si tú eres ardor de aguijón y látigo 
eres la capa enredada entre los hombros, 
eres mi provisión, toda mi provisión 
eres mi orden de retorno 
¡Aquí, París! 
¡Aquí, Beirut! 
¡Aquí, Moscú! 
Azuzo, aflicción indomable, tus flancos salvajes 
en el hambre o en la sed 
espoleo tu curso, adorado victimario 
Prometo, oh Señor 
prometo a ti, que haces jazmines de nuestras espinas 
que no cambiaré la herida 
cualesquiera sean los regateos del cuchillo 
ni quedará para siempre nuestra hermana 
prisionera 
¡Aquí, Ammán! 
¡Aquí, Roma! 
¡Aquí, Bagdad! 
¿Cómo escapar?.... ¿cómo?, de nuestras raíces terrestres 
¿Cómo sumergir en el olvido las generaciones del odio? 
¿Cómo... cómo? No habrá reposo 
cuando el puerto está al alcance de la vista 
y el fuego en nuestra frente herida no se apaga 
sin el alivio de tu vendaje 
Rima de nuestras letras 
visión angustiosa 
historia expoliada 
combatiente amado 
país victimario 
¡Hasta la muerte! ¡hasta la muerte! 
seguirá siendo el jinete de la tristeza 
esclavo de tu caballo salvaje

 Samîh al-Qâsim 

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