lunes, 3 de septiembre de 2012

Los nazis y los pícaros de Jaén...


Los nazis y la picaresca española


Ahnenerbe

En 1935 existía una organización en Alemania, llamada Ahnenerbe, que tenía como objetivo el estudio de temas raciales con una orientación clara hacia donde ustedes ya supondrán. Este instituto envió al norte de Jaén a unos tipos, no me atrevo a llamarlos investigadores, con el fin de descubrir la conexión entre los alemanes más alemanes y los nativos de esta zona, a raíz de unos colonos que se instalaron por allí en tiempos de Carlos III.

Para llevar a cabo la investigación debían hacer algunas pruebas comprobatorias. En concreto, era necesario medir y estudiar el cráneo de los paisanos para localizar el enlace ancestral. Los jienenses, por amor al arte no se iban a poner a disposición de los foráneos, por lo que a estos no les quedó más remedio que usar una razón más sólida y universal: el dinero. Cada paisano dispuesto al estudio cobraría 5 pesetas de la época.

Tardó un momento en correr por toda la zona la noticia de que unos extranjeros pagaban por medirte la cabeza. Y allá que fueron no pocos nativos a dejarse estudiar. Pero claro, vista la oportunidad y con el acicate a la inteligencia que da el dinero fácil, comenzaron a aparecer hermanos gemelos y hasta trillizos, que permitían cobrar por el estudio dos y hasta tres veces, usando una sola cabeza.

Pero pensarán ustedes, no puede ser que los nazis fueran tan zoquetes como para no hacer alguna comprobación de identidad. Y tienen razón. Pedían la partida de bautismo para identificar las personas y además para comprobar que eran de aquella zona, cuestión que de otro modo les invalidaba para el estudio. Pero el español, a la hora de coger dinero fácil es hábil y generoso. Y esa habilidad le llevó a encontrar una solución al problema y esa generosidad le llevó a compartir sus ganancias con algún sacristán dispuesto a hacer partidas de bautismo duplicadas y hasta triplicadas, cambiando el nombre del bautizado. No tengo que decirle la validez del estudio.

Les prometía al comienzo de la entrada que lo más sorprendente de todo esto vendría al final y ahí voy. No sé si a ustedes les parecerá tan sorprendente como a mí que unos tipos supuestamente científicos y listos, estudiantes de personas y razas, no fueran lo suficientemente listo como para saber que la picaresca del español está siempre alerta. ¿No les llamaría la atención el número de mellizos de la zona? ¿No sospecharían sobre la sonrisa de los paisanos cuando entraban en su despacho para ser estudiados y en la aún más grande sonrisa cuando salían o cuando se los cruzaban por la calle?

Más información: wikipediaLos años del miedo de Juan Eslava y Galán

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