Antonietta Varallo
Leve delicadeza...
No sé. Abro el buzón. Llegan
aquellas cosas mal puestas
en una silla o sobre ella.
Aturdirme de letras,
vivir tardíamente dos pasos
lo justo para intransitar lo cotidiano.
Verme en el espejo: sí, otro día.
Sí, son varios. Sí, fueron muchos.
No sé. Llegar, doblar la ropa
otear la casa, el interior de la casa,
de soslayo, y a veces de frente
sin dejar de examinarme. Es eso.
Sí es eso. La felicidad no tiene temblores
ni arquea días. Es eso. Fíjate
qué cotidiano. Qué leve delicadeza
casi a solas.
Concha García
Precioso poema. Mi felicitación a la Autora!!!
ResponderEliminarGracias mi querido amigo Israel por tener tan bellos detalles que nos hacen ver a los amantes de la poesía la pasión que sentimos hacia ella.
Un fuerte abrazo,
René.
Gracias a ti por seguir este humilde rincón de mis sentimiento amigo mío.
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